Protectores de pezones

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Desde los comienzos del embarazo escuchamos que la lactancia materna es lo más apropiado para el bebé. Casi todas las embarazadas mantienen que quieren amamantar a sus hijos, por lo menos en los primeros meses de vida. Sin embargo, algunas luego se echan para atrás al presentarse las primeras complicaciones. Nos pintan la lactancia como algo tan natural, que no esperamos complicaciones que, en mayor o menor grado, aparecen casi siempre. Una de ellas son los pezones sensibles y agrietados que pueden llegar a causar tanto dolor a la hora de dar el pecho, que algunas madres quieren tirar la toalla ya en los primeros días.

Antes de hacerlo es conveniente buscar la ayuda profesional y acudir a los accesorios que pueden ayudarnos bastante en esta tarea. Uno de ellos es el protector de pezón.

Los protectores de pezones son tapas para el pezón hechas de una lámina de silicona de calidad muy fina que lo cubren y protegen. Tienen forma anatómica y gracias a la silicona, que es un material muy flexible, se adhiere perfectamente. Están libres de elementos tóxicos y resultan totalmente insípidos: no influyen de ninguna manera en el olor o sabor de la leche materna.

¿Cuándo usar protectores de pezones?

Una de las razones muy comunes para acudir a los protectores de pezones son los pezones sensibles agrietados e irritados, cosa que ocurre a menudo en las primeras semanas de la lactancia materna. Cuando sucede, amamantar es un verdadero sufrimiento. Las pezoneras reducen el dolor, ya que evitan el contacto directo, y protegen la piel ayudando a que se reconstruya más rápido.

Otra razón para usar los protectores son las dificultades de agarre del niño. Esto puede deberse a muchas razones: eventos o medicación durante el parto, anormalidades físicas como el frenillo lingual corto o rechazo de pecho causado principalmente por el uso del biberón en los primeros días de vida.

Las pezoneras pueden ser muy útiles en caso de los bebés prematuros. Los bebés prematuros a veces se cansan al succionar y las pezoneras pueden ayudar a succionar durante más tiempo y con una mayor eficacia.

Finalmente, las pezoneras son una buena solución para las mujeres con pezones planos o invertidos. Es muy sencilla y resulta ser eficaz en la mayoría de las ocasiones.
¿Cómo usar pezoneras?
Las pezoneras se venden por pares y en diferentes tamaños que ayudan en una mejor personalización:
• 16 mm – para pezones pequeños o bebés prematuros.
• 20 mm – tamaño estándar
• 24mm – pezones grande, bebés grandes.

Existen pezoneras de contacto que se caracterizan por una parte cortada que permite que la nariz del bebé esté pegada al pecho de la mamá y así poder tener más contacto con ella y oler su piel.

Para aplicar una pezonera sobre el pecho puedes humedecerla primero con agua tibia, leche materna o crema de lanolina: de esta forma se pegará mejor.

La técnica de agarre es importante también si se trata de una pezonera: el bebé debe agarrar una buena parte de la pezonera, tener la boca muy abierta, labios evertidos, la nariz y la barbilla tocando el pecho. Si no se consigue un agarre óptimo, el bebé no va a conseguir una buena transferencia de leche.
El uso de las pezoneras no tiene que durar toda la lactancia. Si el problema desaparece y podemos prescindir de ellas, es el momento de iniciar el cambio. Puede hacerse mediante un truco: deja que el bebé succione con las pezoneras y en un despiste o si se suelta, sácalos para que continúe mamando sin ellas.
Por último, no nos olvidemos de la buena higiene: las pezoneras hay que lavarlas a mano con agua tibia o bien en la parte superior del lavavajillas y, posteriormente esterilizar.

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